La fortificación o enriquecimiento de los alimentos se ha utilizado para corregir la manifestación de las deficiencias y asegurarse de que la ingesta de vitaminas y minerales alcanza niveles recomendados.

Los nuevos conceptos para optimizar las funciones fisiológicas y prevenir las enfermedades crónicas asociadas con el hecho de preocuparse acerca de la sociedad moderna de la salud física, lo que resulta en un aumento en la producción y comercialización de alimentos enriquecidos.

La fortificación es un proceso relativamente sencillo, pero es importante seleccionar el tipo correcto de compuesto para se utiliza y los alimentos utilizados como vehículo de transporte. Los alimentos pueden interferir con la absorción del compuesto, reduciendo su biodisponibilidad. A pesar de los estudios que presentan resultados controvertidos, lo que puede explicarse por el uso de diferentes metodologías, el uso de alimentos fortificados debe tener en cuenta las posibles interacciones entre minerales.

Alimentos enriquecidos / fortificados debe proporcionar un 100ml o 100g del producto listo para el consumo, al menos el 15% a 30% de la IDR (Ingestión Diaria Recomendada) en el caso de líquidos y sólidos, respectivamente.

Algunos nutrientes probados para ayudar a prevenir y incluso tratar enfermedades. Los alimentos enriquecidos con hierro, por ejemplo, ha demostrado disminuir la acción de la anemia por deficiencia de hierro (causada por la carencia de este nutriente) entre los niños. Sin embargo, el enriquecimiento, muchas veces, sólo se restablece la cantidad de nutrientes perdidos en la elaboración de los alimentos, lo que provoca su valor nutricional es igual o incluso menor, cuando se compara con el producto en su estado natural.

Desde el punto de vista de la nutrición, hay tres razones básicas para agregar nutrientes a los alimentos: reponer las pérdidas sufridas en el procesamiento; reproducir la composición de un alimento que desea reemplazar un sustituto; y redistribuir los nutrientes poco ubicuos por razones económicas, culturales o geográficas.

Las vitaminas y los minerales son esenciales para la buena salud. Centrándose en este punto, la industria alimentaria ha lanzado en el mercado una variedad de alimentos enriquecidos con vitaminas y minerales.

El enriquecimiento de los alimentos con vitaminas tiene en cuenta la solubilidad de la vitamina, o sea, liposoluble o hidrosoluble. La vitamina se puede incorporar en los alimentos en forma de ésteres de retinilo (acetato o palmitato), sólo en los productos que contienen grasas, tales como leche entera y productos lácteos, rellenos para galletas, las formulaciones de chocolate y otros.

La deficiencia de hierro es la principal responsable de la alta prevalencia de anemia y anemia es la patología de mayor prevalencia en todo el mundo, especialmente en los niños y en las mujeres embarazadas en los países en desarrollo. Una de las estrategias para superar la alta prevalencia de la anemia causada por deficiencia de hierro en los países en vías de desarrollo, se trata de fortalecer diversos productos alimenticios con hierro. Los productos lácteos y los cereales son considerados los principales vehículos para ser enriquecidos con hierro. Leche y cereales son los vehículos que tienen ventajas porque son ampliamente utilizados y bien adaptado a la alimentación de los niños. Pero hay otros productos como sal, azúcar, especias y café, también enriquecidos con hierro. Otro importante mineral para el enriquecimiento de los alimentos es el calcio. Dada la relación entre la deficiencia de calcio y la osteoporosis, la suplementación de este macromineral se ha utilizado en mujeres adultas para minimizar la pérdida ósea asociada con el envejecimiento y el desarrollo de la osteoporosis. Del mismo modo, los productos alimenticios se han sido enriquecidos con calcio, especialmente la leche y los productos lácteos.